Yaoi en el Aire

Historias de temática yaoi (chico x chico) desde para todos los públicos hasta +18. Historia creadas por Neko-Chan y Chen. Los personajes no nos pertenecen, las historias si.

martes, 29 de julio de 2014

Un profesor de cuidado.

(Hoy es el cumpleaños de nuestras colaboradora y gran amiga mía Jenni y esta historia está dedicada para ella como regalo de cumpleaños. Espero que os guste a todos.)

No podía ser posible. Acababa de recoger las notas finales y cuál era la sorpresa: había suspendido biología. Pero, si es la asignatura que mejor se me da. Ahora tendría que estudiar en verano y no podía irme de vacaciones con mi mejor amigo Armin.

Le llamé para anunciarle la mala noticia. A la primera no me lo cogió, ni a la segunda. Pero sí lo hizo a la tercera.

-¿Sí?

-Armin hijo mío, ya era hora. ¿Qué estás haciendo? ¿No estarías haciendo nada raro?

- ¡Pero qué dices Eren! Estaba haciendo la maleta para irnos. Dijistes que volamos a...

- A Valencia, que está en España. Y sobre el viaje... Que no podré ir.

- Es verdad... ¡¿QUÉ?!

- Me ha quedado biología para septiembre.

- ¡¿Pero por qué?!

- Ni idea Armin. Ve tú y disfruta por mí.

- Pero no será lo mismo sin ti Eren...

- Tranquilo, estaré bien.

- Vale... Nos vemos en septiembre entonces...

- Pásatelo bien Armin.

- Gracias. Mucha suerte Eren. Chao.

- Gracias... Adiós.

Colgamos y por fin llegué a mi casa. Me tiré en la cama y me quedé ahí el resto del día. No tenía ganas ni de comer. Me quedé dormido bastante tarde. Menos mal que tenía el despertador puesto, que si no...

- ¡Voy a llegar tarde!

Ese mismo día empezaban las clases de verano y no me gustaría llegar tarde y menos el primer día. Tuve que correr para no perder el bus que me lleva hasta el instituto. Allí la vi. La chica de la que estaba enamorado. Jenni. ¿Adónde iría?

Algo me sacó de mis ensoñaciones. Lo volví a notar. Me giré un poco y le vi. Un hombre me estaba tocando el culo y encima apretaba y todo. Por la falta de espacio, no pude moverme mucho, pero por un poco que me moví, el hombre se empezó a restregar su entrepierna contra mi trasero. No sé muy bien porqué, pero eso me empezó a gustar. Hasta que recordé dónde estaba y que me podían ver.

Conseguí apartarme del depravado ese cuando llegué a la parada del instituto. Vi que Jenni también bajaba, al igual que es el vertido.

- Hey Jenni-chan.

-¿Eh? Hola. ¿Te conozco?

- Soy Eren. Vamos a la misma clase.

-Eren... Eren... ¡Ah! Ya me acuerdo de ti. ¿Y el rubio que siempre va contigo?

-"Se ha acordado de mí" Disfrutando del verano. ¿Y qué haces tú aquí?

- Tengo que recuperar una asignatura. El muy hijo de su madre de matemáticas me ha suspendido.

-Amm...

Por un momento creí que podía pasar todo el verano a su lado, pero era un sueño inalcanzable.

Fui cabizbajo hasta la clase donde se impartían las clases de biología. Al entrar me quedé muy sorprendido. La clase estaba desierta a excepción de un hombre que escribir en la pizarra.

-¿Son aquí las clases de biología? "No puede ser el único"

- Si, pasa pasa.

-¿Y el resto?

- Tú eres el único.

No podía ser. Tenía que ser un error.

- Siéntate y empezaremos la clase.

Me senté en primera fila preparado para el horror. Quién me diría a mi, que el depravado del autobús sería mi profesor de biología durante el verano.

- Buenos días. Soy Levi Ackerman y soy el nuevo profesor de biología. Tú debes de ser... Deja que mire la lista. Eren Jaeger.

-Sí...

- Bueno, pues empecemos la clase.

A decir verdad, las clases no eran del todo aburridas, pero no me caía bien.

- Mañana haremos una clase práctica de anatomía.

Me fui a casa agotado. Las clases serán matadoras. Al llegar a casa me di una ducha para relajarme pero no pude relajarme mucho. El recuerdo del autobús hacía que me excitase y no sabía muy bien cómo pararlo. Salir de la ducha y escuché el teléfono. Contesté sin mirar quién era.

-¿Sí?

-Hey Eren. Soy Armin.

-Hey, ¿ ué tal te va?

- Bastante bien. Me quedé dormido el sol y me quemé. ¿Qué tal van las clases?

- Aburridas. Han puesto un nuevo profesor.

-Really? Oye, tengo que colgar. Ya hablamos. Bye.

- Adiós.

Colgué y me tiré en la cama. Sólo quedaba una semana para el final del verano. Me había enterado de que Jenni se iba a cambiar al instituto Seirin y antes de que eso pasara le diría mis sentimientos.

Al día siguiente, llegué antes de lo normal para esperar a la chica de mis sueños. Y allí llegó. Salió de un coche negro con una camiseta de baloncesto con el dorsal 10 del Seirin. Junto a ella salió un chico muy alto con el pelo rojo y las puntas negras. Ese chico la besó de tal forma que hasta la cogió de la cintura y la alzó.

Mi corazón se rompió en mil pedazos pero necesitaba saber quién era ese tipo.

-Hey Jenni-chan.

-Hola Eren, ¿cómo te va?

- Bueno. Una cosa ¿quién es él?

- Es Kagami Taiga, el mejor jugador del Seirin y el más guapo de todos.

- ¿Y qué hace aquí?

- Ha venido a por mí. Me estoy instalando en su casa y así poder pasar más tiempo juntos como pareja.

-¿Pareja? ¿Desde cuándo?

- Desde la semana pasada. Bueno, nos vemos.

Se fue dentro del Instituto y yo cabizbajo entré. El profesor Ackerman ya estaba en clase.

- Hoy te retrasaste Eren. ¿Te pasó algo?

- Nada importante.

- Puedes contármelo si quieres.

- La chica que me gusta tiene novio y...

Simplemente recordar esa imagen me desgarraba el alma. Sentí las manos de mi profesor en mis mejillas y le miré a los ojos.

- Yo haré que ese dolor desaparezca.

Se agachó un poco y me besó. Abrí muchísimo los ojos. No podía creerlo. Mi profesor. Besándome. Intenté apartarme, pero me tenía bien sujeto. Me dejó apartarme cuando faltó el aire.

- Llevo deseandote desde que te vi en el autobús.

Me cogió y me subió la mesa. A su mesa.

- Profesor esto está mal. Pare.

- No me llames profesor. Llámame Levi.

- Levi, esto está mal.

- Tranquilo, te gustará.

Levi empezó a besarme el cuello mientras metía sus manos dentro de mi camiseta. Intenta quitarmelo de encima, pero ejercía más presión. Me dejé llevar. Su lengua recorrió desde mi cuello hasta mi desnudo pecho. ¿Cuando me había quitado la camiseta? Dejé de pensar con claridad cuando sentí como su lengua lamia mis pezones para después morderlos y succionarlos.

- Le-Levi. Para. Esto es sucio.

- Ya no puedo contenerme.

Volví a mi cuello, el cual mordió hasta hacer mi sangre. Sus manos recorriendo mi espalda hasta colarse por la parte de atrás en mis pantalones. Me elevó hasta que mi cara dio con la mesa.

- Por favor. Yo no quiero esto.

- Callate.

Me desabroché los pantalones y me bajó de un tirón tanto los pantalones como la ropa interior. Las lágrimas hacía ya rato que afloraban de mis ojos, pero el parecio no darse cuenta de nada. Oí como desabrochaba sus pantalones y acercó algo cálido entre mis nalgas. No podía ser que...

- No por favor.

Esta vez no contestó. Entonces sentí dolor. Mucho dolor. Había introducido de una sola vez todo su miembro en mi interior. Grité, pero me tapó la boca con un estuche.

- Sé bueno y te quitaré eso.

Cada embestida, era igual o más dolorosa que el anterior. Sentí como mis piernas empezaban a temblar y Levi me sujetó para no caerme. Un detalle por su parte. Llegó un momento en el que el dolor paso radicalmente a ser placer. Fue el momento en el que me golpeó con su gran miembro en la próstata. Dios qué placer. No sé cuánto tiempo pasó, pero lo disfruté como un enano.

~Un mes después~

Bueno, pues al final, he conseguido recuperar biología y con un 7. Entre polvo y polvo, estudiaba. Y poco más. No sé cómo reaccionará Armin cuando vea tanta marca. Pero, qué se le va hacer.

- Vamos mocoso.

- Ya voy profesor.

Ahora vivo con mi profesor y salimos juntos. De esa chica de la que estaba enamorado ya ni me acuerdo. Ahora el único que hay en mi corazón es Levi.

Más me vale aprobar todo, porque si no, voy a tener que vermelas con un profesor de cuidado.

FIN

ESCRITO POR: NEKO-CHAN

Un profesor de cuidado. Resumen

Eren tiene que asistir a clases de verano para conseguir aprobar la asignatura que le ha quedado. Al llegar a clase, es el único que está allí a excepción de nuevo profesor de biología: Levi Ackerman. Entre ellos empieza a haber desde que sus mirada se cruzan una tensión bastante notable. ¿Aprobará Eren? ¿Aprenderás cosas que no conocía?

sábado, 26 de julio de 2014

Swimming Dance (VIII)

Piscina

Todos sabíamos que este día llegaría. El día en el que Rin-san viniese a por Haruka-senpai.

Estamos en plenas vacaciones de verano, disfrutando de la piscina donde Nagisa-kun y los otros trabajaban. Tan tranquilos estamos que no nos dimos cuenta de que alguien había entrado y nos estaba observando.

Makoto-senpai y yo miramos como una nadaban nuestras parejas. Se notaba la felicidad y el amor en el ambiente. Y pensar que no quería unirme al club de natación. Tendría que haberlo hecho antes.

-Sabes Rei. Desde que somos pequeños he estado enamorado de Haru. Siempre he intentado hacerle feliz. Pero cuando se fue con Rin, deseé que su relación acabará mal y él volviera conmigo.

-¿A dónde quieres llegar Makoto-senpai?

- A qué es un ladrón de novios.

Makoto-senpai y yo nos giramos y vimos que de pie estaba Rin-san con cara de estar muy enfadado.

-Rin-san, ¿qué haces aquí?

- Venir a por lo que es mío.

- Aquí no eres bien recibido Rin. Haru ya no te quiere.

- Porque tú lo digas Makoto. Haru es mío.

Rin-san agarró del cuello a Makoto-senpai y empezaron a golpearse. Me metí en medio para pararles y recibí un puñetazo por parte del pelirrojo. Fue ahí cuando Haruka-senpai y Nagisa-kun se dieron cuenta de lo que está pasando. Ambos salieron de la piscina. Nagisa-kun se acercó a mí para ver cómo estaba. Tenía las gafas rotas.

- Parad.

Haruka-senpai se había acercado hasta los que se estaban peleando. El peliazul cayó al suelo. Los deslizadores pararon en seco. Makoto-senpai, lentamente, se fue poniendo de rodillas al lado de Haruka-senpai.

-¿Haru?

Lentamente, Nagisa-kun y yo nos acercamos y pudimos ver cómo Haruka-senpai tenía en labio partido y sangrando.

- Haru, lo siento. No quería golpearte.- Dijo Rin-san tendiendole la mano.

- Lárgate. No quiero saber nada de ti.

- Te lo dije Rin. Haru ya no te quiere.

- Makoto, de ti tampoco quiero saber nada.

Se levantó y se fue.  Todos nos quedamos mudos. Makoto-senpai estaba pálido y lloraba.

Makoto-senpai se fue a su casa y Rin-san se fue a su hotel. Nagisa-kun y yo fuimos a casa. Necesitamos olvidar este día tan funesto. Nos llevamos una gran sorpresa al llegar a casa. Haruka-senpai estaba sentado en el suelo, con una pequeña maleta y el labio aun sangrante.

- Me he ido de casa con Makoto. ¿Puedo quedarme aquí?

- Claro Haru-chan.

Entramos en casa. Haruka-senpai se sentó en el sofá del salón. Mientras Nagisa-kun preparaba la habitación dónde dormiría Haruka-senpai, yo me encargaré curarle.

- Haruka-senpai, ¿tienes hambre? Puedo hacerte algo de comer.

- No hace falta Rei. Gracias por dejar que me quede en vuestra casa.

- No hace falta que nos lo agradezcas Haru-chan. Para eso están los amigos. Ya está tu cuarto preparado.

- Gracias Nagisa. Si me disculpais voy a deshacer la maleta.

- Claro. Tómate tu tiempo.

Miramos como Haruka-senpai subía las escaleras con la cabeza gacha. Jamás creí que le vería de esa forma. Me da mucha pena verle esa manera. El Haruka-senpai que yo conocí nos había abandonado para siempre.

CONTINUARÁ...

ESCRITO POR: NEKO-CHAN

domingo, 20 de julio de 2014

Nueva sección

Buenas noches.

Hoy os traemos una nueva sección de la mano de una de nuestras nuevas socias. Mei. Ella nos va a traer cada dos semanas (más o menos) un nuevo dibujo de una pareja o de un personaje.

Disfrutar de este y ahora os cuento su historia.

Ellos son Kagami y Kuroko de Kuroko no Basuke. Mei realizó este dibujo como regalo por mi 18 cumpleaños. Y la verdad, lo hizo bastante bien. Poca más historias tiene este dibujo. Podríamos decir que aquí se encierran 3 historias. Una ya tenéis el primer capítulo y otras dos están en periodo de escritura.

No mucho más que decir. No vemos pronto.

sábado, 19 de julio de 2014

Un día de perros (I)

Kagami se dirigió hacia la puerta, sorprendido ante la tempranera llamada, aun medio dormido y restregándose los ojos. Al abrirla y ver quien había fuera, la volvió a cerrar en sus narices.

-¡Kagamicchi!¡Abre la puerta!¡Esto es una emergencia!-

-Venga Bakagami, abre de una puñetera vez

"Fuck", era aun demasiado temprano para poder soportar a cualquiera de los amigos de su Sombra.

Ignorando los gritos y golpes de la puerta, se dirigió a la cocina, al fin y al cabo, ¿la comida más importante no era el desayuno?

Por su parte, en el exterior del apartamento de Kagami, los dos jugadores empezaban a impacientarse. Kise decidió que era el momento de usar su As bajo la manga:

-¡Kagamicchi, esto es importante!¡Es sobre Kurokocchi!-

No tuvieron que esperar más que unos segundos para que la puerta se abriera,presidida por un molesto Kagami que los miraba con desconfianza.

-¿Qué pasa con Kuroko?-

-Ves Aominecchi, te dije que funcionaría-

-Este imbécil no es más obvio porque no puede- resopló a su vez el moreno

-OI!! No me ignoréis,¿Y de qué demonios estáis hablando?¿Qué pasa con Kuroko?- gruño el pelirrojo perdiendo la paciencia.

-Bueeeeeno, verás, Midorimacchi ha metido la pata hasta el fondo....y ummm....como explicarlo....- el hecho de que Kise dudara tanto al hablar no era normal, Kagami ya se esperaba lo peor.

-Bakagami, Tetsu se ha convertido en perro- soltó directamente Aomine.
Kagami por su parte se quedo un momento en silencio, y repentinamente estalló en carcajadas,

-¿Kuroko? ¿En un perro? JAJAJAJAJAJ ¿Que clase de drogas tomáis?-

Pero lo que hizo que dejara de reírse fue el hecho de que tanto Kise como Aomine no se estaban riendo, aun más, ni siquiera se habían ofendido. Kise lo miraba como si se estuviera ahogando y Aomine le dirigía una mirada seria.
Definitivamente, algo pasaba.

                         OoOoOoOoOoOoO

De alguna manera u otra, Kagami había acabado vistiéndose y siguiendo al dúo. Aquello no le gustaba un pelo, bastante malo era ya que no le hubieran dejado desayunar, su estomago gruñía como un tigre esperando ser alimentado. No sabía que demonios les había entrado a aquellos dos para que dijeran que Kuroko se había convertido en perro, cuando era obviamente imposible. Si aquello era una broma pesada, más de uno se iba a volver a casa con un ojo morado, ya casi podía imaginar a Kuroko montando todo aquello, "the little shit." Kagami juraría que el peliazul era la raíz del mal, cuando te miraba con aquellos ojos azules era imposible negarle nada, además un breve paseo por su memoria era suficiente para recordar todas las veces en que Kuroko se divertía haciéndole sufrir (como cuando a mitad de hacer Flexiones le ponía a Nigou encima de la espalda o como olvidar los múltiples codazos en las costillas....) Aunque ambos estaban actuando muy MUY raro: Kise no estaba hablando por los codos como de costumbre, si no que mantenía un silencio nervios, y Aomine no lo había insultado en todo el camino, ni había hecho ningún comentario, no quería admitirlo, pero le preocupaba la actitud de los dos Milagros.

Kagami estaba tan metido en sus pensamientos que no había notado que, al parecer, habían llegado a su destino: un parque rodeado de árboles, varios bancos y una pista de baloncesto un poco vieja en la que nunca había estado. Tampoco se esperaba para nada que repentinamente Midorima le plantara algo justo en frente de la cara, con un seco -Esto es tuyo-, ese algo siendo nada más y nada menos que un perro. Obviamente, Kagami hizo lo que todo el mundo en esa situación: Gritar.

Ahí se fue todo su orgullo masculino.

Iba a dejarlos a todos en el hospital por la bromita, en cuanto pudiera dejar de temblar agachado en una esquina claro.

>> Kagami-kun, tranquilizate, tenemos que hablar <<

Aquello era raro, Kagami juraría que había oído a Kuroko "dentro de su cabeza" (definitivamente se le había pegado la locura de la GoM*), así que se levantó y miró a su alrededor en busca del mas bajo.

>> No estás perdiendo la cabeza, realmente me oyes en tu mente Kagami-kun <<

Eso era imposible, aunque por más que mirara no podía encontrar al peliazul, pero aun así era simplemente imposible, como la idea que que Kuroko se hubiera convertido en perro.

>> Kagami-kun.....no entres en panico, pero realmente soy el perro <<

Kagami miró hacia abajo, mirando con ojos como platos al pequeño perro que meneaba la cola a sus pies, unos ojos más azules que el cielo le devolvieron la mirada, parpadeó varias veces y dirigió la mirada al resto de los jugadores allí reunidos, lo único que recibió en respuesta fue un asentimiento del As de Shutoku, así que volvió a mirar al perro, que ladró en respuesta.

Así fue como (no tan) gracilmente, el joven Kagami Taiga, de 1´90 y As de Seirin, se desmayó.

(* GoM: Generatio of Miracles)

CONTINUARÁ...

ESCRITO POR: CHEN

jueves, 17 de julio de 2014

Un día de perros. Resumen.

Buenos días. Por fin llevó el día. Una nueva escritora se ha unido a Yaoi en el Aire. Su primera historia en este blog  seguro que nos deja sin palabras. Bienvenida Chen.

UN DÍA DE PERROS. RESUMEN.

Kagami nunca imaginó que llegaría el día en que compartiría tiempo y espacio voluntariamente con los raros de los amigos de su Sombra. Pero claro, cuando Kuroko se encuentra metido en problemas el As del Seirin está dispuesto a todo por ayudarle, incluso a superar una fobia o dos...

sábado, 12 de julio de 2014

Swimming Dance (VII)

Actualidad

Aún recuerdo cuando en la azotea del instituto Rei-chan me pidió salir.

No podía creer que Rei-chan hubiese aceptado verse con esa chica. Tenía que hacer algo para parar. Subí a la azotea del Instituto para poder buscarme con mayor rapidez. Le vi con la chica esa y los celos me inundaron el corazón. Tomé todo del aire que pudieron mis pulmones y grité.

-¡REI-CHAN ES MÍO!

Estoy gritando las tres mismas palabras hasta que Rei-chan apareció.

-Nagisa-kun, ¿que haces?

- No quiero verte con alguien... Con alguien que no sea yo.

- No te entiendo.

-Rei-chan. Me gustas.

Vi cómo se le abrían los ojos. Como él no hacía nada, me adelanté. Me acerqué a él y le acaricié la mejilla con cariño. Entonces Rei-chan me dijo las tres palabras que jamás creí oír de sus labios.

-¿Quieres salir conmigo?

Durante unos instantes quise salir corriendo pero mis piernas no me respondieron.

- Nagisa-kun... Dime algo.

- Sí, sí quiero salir contigo.

Nos dimos un gran abrazo. No nos dimos nuestro primer beso hasta mucho después. Pero todo fue muy hermoso.

- Nagisa-kun, abre la puerta.

- Voy.

Pero eso sucedió hace mucho. Ahora estamos casados y vamos a comer con el resto del equipo. Hace ya dos meses que Haru-chan volvió de Australia y que empezó a su relación con Mako-chan.

Abrí la puerta y ahí estaban. Comiéndose a besos.

- Mako-chan. Haru-chan. Buenos días.

Los dos chicos se separaron y me miraron un poco avergonzados.

- Buenos días Nagisa.

- Pasar, no os quedeis en la puerta.

Los dos pasaron y se sentaron en el sofá. Justo en ese momento sonó el teléfono y fui a contestar.

-¿Sí?

-Nagisa. Soy Rin. ¿Sabes algo de Haru? No me coge las llamadas.

- Hola Rin-chan. Pues Haru-chan...

Vi como mi mirada suplicante para que no le dijera nada.

-Pues, no sé nada de él. ¿Ha pasado algo?

- No nada. Sólo un malentendido.

- Entiendo. Pues sí sé algo te avisaré.

-Gracias Nagisa. Da recuerdos a Rei. Adiós.

-Adiós Rin-chan.

Colgué y miré a Haru-chan buscando respuestas que no obtuve ese día.

La comida se pasó entre risas y recuerdos felices. La tarde llegó y nosotros iniciamos la primera sesión de sexo en grupo. Era una pequeña competición para ver quién gemia más alto, quién duraba más... Rei-chan y yo perdimos. Dios que aguante tenían esos dos.

Eran las ocho y los dos amantes se fueron a casa. Por nuestra parte, estamos agotados y queríamos dormir. Bueno, no del todo. Rei-chan se estaba duchando y yo me metí con el, con la intención de pedir una segunda ronda, la cual me fue concedida. Y fue de lo mejorcito. Lo malo, es que mañana sería lunes y tendríamos que trabajar. Pero yo tendría mi dosis de sexo mañanero. O sino...

Muajajaja....

CONTINUARÁ...

ESCRITO POR: NEKO-CHAN

martes, 8 de julio de 2014

Swimming Dance (VI)

Al día siguiente.

-¿Qué me está pasando?

Esa pregunta rondaba mi cabeza una y otra vez desde que vi nadar a Nagisa-kun. No podía mirarle a la cara sin querer comérmelo enterito. Calma. Si seguía evitandole no tendría ningún problema...

-¡Rei-chan!

Si no me encontraba el primero. Hice como sé si no le hubiese oído. Torcí para meterme en el laboratorio y ahí esperé a que pasara.

-Rei-chan, ¿porque huyes de mí?

No tenía escapatoria. Tenía que salir de ésta como fuese o acabaría liandome con él.

- No huyo de ti. Es sólo que tengo prisa.

-¿Y por eso has venido a laboratorio?

- Tengo prisa.

Empecé a caminar hacia la salida de la clase.

- Únete al club Rei-chan.

- Dame una buena razón para hacerlo.

- En el club todos tenemos nombre de chica.

-¿Y? ¿Qué tiene eso que ver?

- Que tu nombre de chica.

-¿Y sólo por eso debería unirme?

Le vi dudar. Me fui de allí sin decir ninguna palabra más. El resto del día no pase sin que el rubio me dijera nada, ni siquiera le vi. ¿Le habría pasado algo? Decidí olvidarme de ello.

Pasar varios meses hasta que Nagisa-kun volvió a pedirme que me uniera a su club y esta vez sí acepté. Los entrenamientos en atletismo y salto cada vez va a peor y decidí meterme en el club de natación. Cuando el rubio me vio en la piscina, se le iluminaron los ojos.

Al principio me costó adaptarme, ya que no sabía nadar. Lo peor es que era como una piedra, me hundía todo el tiempo. Y me pasaba con todos los estilos: libre, braza y espalda. Hasta que dimos con el estilo perfecto para mí. Estilo mariposa.

Sin saber muy bien como, mi popularidad entre las chicas ascendió como espuma, cosa que hizo que Nagisa-kun estuviese distinto. Como si estuviese celoso. Serian imaginaciones mías.

O eso creía yo. Como todos los días, encontraba varias cartas de admiradoras diciéndome que les gustaba y esas cosas. Pero nunca las respondía.

Tengo que reconocerlo. Lo que al principio creí que sentía hacia Nagisa-kun era admiración, pero con el paso del tiempo me acabé enamorando de él. Pero no diría nada. Él nunca pensaría sobre mí de ese modo. Aunque... Él siempre era muy cariñoso conmigo. Y con los otros. Así que decidí no darle demasiada importancia.

Hasta que un día pasó lo imposible. Recibí la carta de una admiradora. Cuando Nagisa-kun la vio se enfadó y me gritó que porque no salía con una de esas chicas que ya estaba harto de tanta carta de admiradora. Eso me dolió mucho. Tanto que decidí hacer lo que él dijo. Me encontré con esa chica. Yo la rechacé y fue ahí cuando lo oí.

-¡REI-CHAN ES MÍO!

Busque la procedencia de la voz que seguían gritando hasta la azotea. Y ahí estaba. El rubio del que me había enamorado.

-Nagisa-kun, ¿que haces?

- No quiero verte con alguien... Con alguien que no sea yo...

- No te entiendo

- Rei-chan. Me gustas.

No fui capaz de moverme. Sólo fui capaz de articular tres palabras y de rezar para que la respuesta fuera un sí.

-¿Quieres salir conmigo?

CONTINUARÁ...

ESCRITO POR: NEKO-CHAN