Yaoi en el Aire

Historias de temática yaoi (chico x chico) desde para todos los públicos hasta +18. Historia creadas por Neko-Chan y Chen. Los personajes no nos pertenecen, las historias si.

viernes, 30 de mayo de 2014

Lost Memories (XI)

Casa de Tsuna.

Había pasado una semana desde lo sucedido en el monte de Namimori y me costaba ocultar mi cara de felicidad todo el rato. Aún recordaba el contacto de sus labios, su sabor... Hacía que me entrara calor y todo. Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

-Pase.

Quién entró fue Mizuno.

-¿Que sucede?

- Tienes carta de la Vongola.

- Déjala sobre la mesa. Luego la veré.

Oí el video del papel contra la mesa y después la puerta abrirse y cerrarse. Me acerqué hasta la mesa, cogí la carta y la abrí. Era de Tsuna. La leí con atención.

    Todo ese embrollo se podría esperar de un mal jefe de la mafia o en mi caso de alguien débil. Espero todas tus disculpas no rastreras de lo causado. De no disculparte me encargaré de fallar en tu contra. Es un hecho.
    Por favor cambia tu actitud.
    Te odio (?)

Leí varias veces la carta pero no encontré ningún sentido. Entonces me di cuenta de que algunas letras estaban escritas más fuerte. Cogí una hoja y me puse escribir las letras para descubrir el mensaje oculto.

    Te espero en mi casa esta tarde. No me falles por favor. Te quiero.

Mi corazón empezó a latir tan rápido que creí que se me saldría del pecho. Cogí una chaqueta con capucha y salí de la base sin que nadie se diera cuenta. Me puse la capucha y me dirigí a paso rápido hasta su casa sin ser visto. Al llegar allí, le llamé al móvil para avisarle que ya había llegado. Cinco minutos después, la puerta se abría y Tsuna apareció por la puerta mostrando una sonrisa.

-Hola.

-Hola.

De nuestros labios no salieron más palabras. Tsuna me tendió la mano y yo reducí al máximo el espacio que nos separaba. Le di un beso en la mejilla y entramos en su casa. Con premura, me llevó escaleras arriba hasta su habitación. Cuando vi que nadie nos molestaría, acorté al máximo la distancia entre ambos, dándole un tierno beso en los labios. Había pasado una semana desde la última vez (y única) qué le había besado. Cuánto había anhelado esos carnosos labios. Pasé la lengua por sus labios pero me paré al notar los puntos de sutura en ellos. Corte el beso y le miré entristecido.

-Lo siento Tsuna. Siento haberte hecho esto.

-No te preocupes. Estoy bien y feliz de poder estar contigo.

Le acaricié el rostro perfilandolo con los dedos y besando cada una de las heridas que le había provocado: en la mejilla, en la ceja y en los labios. Se los besé con dulzura, con cariño, con mimo. Una voz femenina, nos sacó de nuestro momento romántico.

-Tsuna, me voy a la compra-. Fue la madre de Tsuna la que habló.

-Vale mamá.

Oímos como la puerta se abría y cerraba. Tsuna se acercó a la ventana para ver cómo es tu madre se alejaba.

- Tenemos la casa para nosotros solos.

Me lancé a besar sus labios haciendo que cayesemos en la cama, yo encima de Tsuna. Noté cómo se resistía y me separé dándome cuenta de error.

-Perdona... Soy un bruto.

-Tranquilo Enma. Aún estoy un poco débil pero pronto estaré totalmente recuperado.

Él me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Pasamos del resto de la tarde viendo una película y haciéndonos arrumacos. Nunca me había sentido tan bien, tan feliz. Ojalá no se acabará nunca. Pero la felicidad, nunca es eterna...

CONTINUARÁ

ESCRITO POR: NEKO-CHAN

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