Yaoi en el Aire

Historias de temática yaoi (chico x chico) desde para todos los públicos hasta +18. Historia creadas por Neko-Chan y Chen. Los personajes no nos pertenecen, las historias si.

sábado, 3 de mayo de 2014

Swimming Dance (II)

Aquí os traigo el segundo capítulo de esta historia. Disfrutarla :3

SWIMMING DANCE (II)

Habitación de Rei y Nagisa.

Los sueños se hacen realidad, y sino que me lo digan a mí. No se lo había conseguido todas mis metas sino que, también me había casado con la persona a la que amo. Nagisa Hazuki.

Jamás pensé, qué es el rubio de ojos violetas, que me decía cada dos segundos que me uniera al club de natación, se convertiría en alguien tan importante para mí.

- ¿En qué piensas Rei-chan?

No me había dado cuenta de que había entrado en la habitación. Vestía un pijama muy cuco de pingüinos. Era para comérselo.

- Pensaba en que tenía hambre.- le miré de forma picarona y le guiñé un ojo.

- Creo que aún queda algo de la cena.

Y como siempre, no pilló mi indirecta.

- No tengo ese tipo de hambre. Anda, ven a la cama.

Pareció que ahora sí lo había pillado, porque se puso totalmente rojo. Timidamente, Nagisa-kun se acercó y se metió en la cama.

- Buenas noches.

- De eso nada. Tengo hambre y tú eres el encargado de saciarme.

Él asintió y empecé a devorarle. Con pasión. Con deseo. Con lujuria. Sentirme inferior a lo mejor del mundo. Tan cálido y estrecho. En pleno acto, Nagisa-kun me soltó algo que me volvió loco.

-Rei-chan...

-Dime...

- Ahora qué Rei-chan está dentro de mi, estómago está totalmente lleno.

En cuanto dijo eso, me dejé de contemplaciones, y puedo decir que los gemidos de mi querido marido se escucharon en todo el vecindario.

A la mañana siguiente, me levanté pronto para hacer el desayuno a mi pequeño amorcito, aunque me quedé varios minutos observando. Durmiendo, parece un angelito. Despierto, un niño hiperactivo. Y cuando tomaba el control... Era un bruto.

En nuestra luna de miel había pasado de todo, sobre todo sexo. Por toda la habitación, en la piscina por la noche, en la playa, contra una palmera... Dos semanas muy bien aprovechadas aunque me supieron a poco.

-¿Rei-chan?

Oí la voz de Nagisa-kun bajando por las escaleras y dejé el desayuno sobre la mesa de la cocina.

- Estoy en la cocina.

Entró en la cocina y creí morir. Parecía un niño pequeño recién levantado con su pelo revuelto, restregandose los ojos y con un pijama de lo más lindo.

- ¿Qué tal has dormido Nagisa-kun?

- Bien, aunque me duelen las caderas. ¿Y tú?

- Yo bien. Lo siento tal vez me sobrepasé.

- Tranquilo. Tampoco me duele tanto.

Me acerqué a él y le di un tierno beso de "buenos días" en los labios. Nagisa-kun se puso de puntillas para poder responder a mi beso.

- Bueno, desayuna y vístete, que en cualquier momento puede venir Makoto a por nosotros.

Asintió y en unos quince minutos ya estábamos preparados para ir al aeropuerto. Debieron pasar dos minutos más o menos antes de que sonara el timbre. Nagisa-kun fue quien abrió.

- Buenos días Mako-chan.

- Buenos días Nagisa. ¿Estáis listos?

-Sí.

Los tres nos montamos en el coche de Makoto. El y Nagisa-kun delante y yo, detrás. Tardamos media hora en llegar al aeropuerto y poder aparcar. Entramos casi corriendo para poder encontrar el lugar por el que saldría Haru.

- ¿A qué hora llega su vuelo Mako-chan?

Makoto miró los paneles de control y nos avisó de que el vuelo de Haru acababa de tomar tierra. Fuimos corriendo hasta la puerta de salida justo a tiempo de que la gente empezara a salir.

Haru estar más moreno y alto. Normal, habían pasado ya dos años desde que se fue. Nos abraza a todos pero cuando le tocó el turno a Makoto, Haru le dio tal vez que Makoto se puso morado. Después, le susurró algo al oído y, pidiendonos disculpas, se fueron al baño. Curiosos, Nagisa-kun y yo nos dirigimos al baño para enterarnos de todo y lo que oímos nos dejó de piedra. Los gemidos de Haru y los gruñidos de Makoto. Noté cómo se me ponía dura y por cómo se estaba moviendo Nagisa-kun también.

- Tranquilo, nosotros también lo haremos cuando estemos en casa.

Durante el trayecto a casa, recordé escenas de cuando este extraño grupo se formó. A decir verdad, jamás me arrepentí de dejar el atletismo para empezar con la natación. Más bien, me alegro de haber empezado el Swimming Dance de mi vida.

CONTINUARÁ...

ESCRITO POR: NEKO-CHAN

No hay comentarios:

Publicar un comentario