Por fin llegó mi momento. Había sido la mejor fiesta de la Generación de los Milagros a la que había asistido. Y todo gracias a Aominecchi. Me había arreglado el cuerpo con su... Es la cosa más grande que he visto y que he tenido dentro. Me dolía todo el cuerpo. Me giré y vi que Aominecchi aún seguía dormido. Después de seis horas sin parar, cualquier no estaría cansado. Yo estoy despierto porque tengo que irme a trabajar. Es lo que tiene trabajar de ser modelo. Beso a Aominecchi y suspiro.
-Te quiero Aominecchi. Ojalá algún día estemos juntos.
Aunque nuestra situación actual también está bien. Aún después de todo lo que bebí ayer, recuerdo perfectamente lo que pasó la noche anterior.
FLASBACK
Tenia un plan. Iba a conseguir que Aominecchi me deseara por una noche. Me gustaría más que se enamorara de mi pero eso jamás pasaría. Kurokochin había ido sigilosamente tras Aominecchi y Kagamicchi. Era mi oportunidad.
Pedí un whisky doble para Aominecchi y un ron-cola para mi. Vertí unos polvitos en la bebida de Aominecchi y lo agité para que se disolverse. Esta vez no me arrepentiria.
Aominecchi volvió con una sonrisa en el rostro pero también se le notaba cabreado. Le di el vaso y se lo tomó de un trago. Ya estaba todo hecho.
Permanecí todo el rato a su lado. Cuando fuimos a la pista de baile noté que lo que le había echado ya le estado haciendo efecto. Sonreí para mis adentros. Llegó el momento de la victoria. Aominecchi me volteó y me pegó un morreo de la hostia. Al segundo le correspondí. Salimos todos de la fiesta y puede ver como Kurokocchi se iba con Midorimacchi y Takaocchi.
Nos subimos a mi coche y el ambiente se volvió muy tórrido. Mientras intentaba conducir, Aominecchi me atacaba el cuello al igual que mi entrepierna. Paré el coche en un descampado y me lancé sobre Aominecchi atacando su cuello y sus labios.
Nos trasladamos a la parte de atrás del coche y empezamos a quitarnos la ropa. Con toda mi fuerza de voluntad, conseguí que Aominecchi parara de calentarme y puede volver al volante.
Llegamos a mi casa con suerte ya que Aominecchi casi produce que nos la pegasemos. Cuando llegamos a la habitación, ya habíamos perdido casi toda la ropa. Aominecchi me lanzó a la cama y se subió encima mía. Le aparté como pude y empecé a cabalgarle.
Le dijo de todo. Que le quería. Que no podía vivir sin él. Que le quería solo para mí. Él en ningún momento me dijo nada. Fueron seis benditas horas de placer desmesurado aunque sentía como mi corazón sangraba.
FIN DEL FLASBACK
Preparo el desayuno y siento como unos brazos rodean mi cintura.
-Kise... Vuelve a la cama.
-Aominecchi, tengo que ir a trabajar.
-No... Vuelve a la cama...
-Pero Aominecchi...
Me giro y él aprovecha para besarme. Correspondo a su beso. Era tierno. Dulce. Me gusta. Nos separamos y veo que Aominecchi tiene los ojos brillantes.
-Kise se que me quieres y quiero que me ayudes a quererte.
-¿Co-cómo?
-Por la mañana estás muy espeso Rubia. A ver si así lo pillas. Quiero que me ayudes a olvidar a Tetsu.
No digo nada. Podría morir de alegría. Quería que lo dijera todo.
-¡Joder Rubia! Que quiero que seamos pareja.
Me lanzo a su cuello y se beso. Desde que le conocí he soñado con este momento.
-Claro que quiero que seamos pareja.
El plan ha sido un éxito rotundo y creo que esto durará durante mucho mucho tiempo.
FIN
ESCRITO POR : NEKO-CHAN
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