Años atrás.
Soy el chico más feliz del mundo. Me he reencontrado con mis amigos de la primaria y antiguos compañeros de natación. Mako-chan y Haru-chan. Pero aún faltaba uno de mis amigos. Rin-chan, que se fue a Australia para seguir con la natación.
Cuando nos enteramos que iban a demoler la academia donde aprendimos amar el agua, decidimos ir esa misma noche para rememorar viejas vivencias.
Quién nos iba a decir que allí nos encontraríamos con Rin-chan y encima retaria a Haru-chan. ¿Quién ganó? Ninguno, porque no había agua.
Al final, Rin-chan nos lanzó el trofeo que ganamos en relevos justo antes de separarnos. A todos nos dolió eso, pero al que más le hirió fue a Haru-chan.
Y por eso iniciamos un club de natación en el colegio. Nuestro club constaba de cinco miembros: nuestra Sensei, Gou-chan (la hermana de Rin-chan), Mako-chan, Haru-chan y yo. Pero aún necesitabamos otro miembro.
Y aquí me encuentro. Buscando a un nuevo miembro para el club. Pero nadie quería entrar. Probé con todas las personas que encontré por el Instituto, pero ninguno me hizo caso. Pero entonces, encontré a la persona perfecta para entrar en el club: Rei Ryugazaki.
Rei-chan iba a la misma clase que yo y se sentaba delante de mí. Podía pasarme las horas mirando hacia delante, pensando en cómo me las arreglaría para que Rei-chan aceptara entrar en el equipo.
El timbre que anunciaba el final de la clase y del inicio del recreo, me sacó de mi ensimismamiento. Recogí mis cosas lo más rápido que pude pero Rei-chan había salido de la clase. Me dirigí a la puerta con la intención de alcanzarle pero allí me esperaban Mako-chan y Haru-chan para ir a comer.
-¿Habéis conseguido que alguien se una al club?
Ambos chicos negaron con la cabeza muy abatidos.
- ¿Y tú Nagisa?
- Todavía no. Pero estoy a punto de conseguir que alguien se una al equipo.
Ambos me miraron muy sorprendidos. Sabían que yo siempre que quería algo no paraba hasta conseguirlo.
- Te lo dejamos a ti Nagisa.
Asentí. Sabía que no iba a ser fácil ya que no era el primero que intentaba que Rei-chan se uniera a su club. Pero él no aceptaba. Pero yo tenía algo que ellos no tenían. Un plan. Bueno, más o menos. Pero era algo.
Le estuve buscando el resto de la tarde pero no lo encontré. Seguro que se había ido a casa. Fui caminando por las pistas de atletismo y sucedió algo totalmente nuevo para mí. Sentí mariposas en el estómago.
Rei-chan estaba entrenando salto con pértiga (o con se dijese). Tenía al descubierto los músculos de las piernas y los brazos. Contuve el aire cuando ejecutó el salto mientras sus músculos perfectos se contraian.
Tal vez estuviese exagerando un poco, pero en ese momento, creo que fue cuando me enamoré de Rei-chan.
CONTINUARÁ...
ESCRITO POR: NEKO-CHAN
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