3. Kagami x Kuroko. Dos años después.
-Arriba.
Pues aquí estamos, de mudanza. Kagami-kun y yo habíamos decidido vivir juntos después de dos años de relación. Era una casa muy grande de dos plantas y además cerca de la universidad y de la estación de bomberos. Yo estaba estudiando para ser profesor mientras que mi luz, intentaba, y con éxito, sacarse las oposiciones para bombero.
Todo era un sueño hecho realidad. Aunque sabía que Kagami-kun estaba haciendo un gran esfuerzo por mí. Kagami-kun quería llevar nuestra relación a otro nivel un poco más... Íntimo, pero era incapaz de hacerlo. Aún no está preparado.
Los hombres que me ayudaron con la mudanza se fueron y me quedé yo solo. Caminé por esa casa imaginándome una y mil historias con mi Luz. Decidí darle una sorpresa.
Fui a una floristería para comprarle un ramo de flores. No disponía de mucho dinero así que tendría que comprarme un pequeño ramito. Paseé por la tienda buscando cuál sería la mejor opción. Lo único que me gustó fueron las rosas. Había de todos los colores pero me decidí por las azul celeste. Se me cayó el alma a los pies cuando la chica me dijo que con el dinero que tenía sólo podía comprar tres rosas.
Llegué a casa con los bolsillos vacíos y tres rosas azul celeste en la mano. Pero me pareció poco, por lo que decidí hacerle la cena. No era tan buen cocinero como Kagami-kun, era mucho peor, pero quería sorprenderle.
Pero, apareció otro problema. No tenía nada para hacer una cena romántica. El plan se fue al traste. Con la poca comida que había pude hacer... Sopa. Rompí a llorar. No era capaz ni de prepararle una cena romántica a mi novio. Era penoso.
Preparen la mesa ya desanimado, encendí velas y le dejé las rosas sobre su plato. No me veía con fuerzas para nada así que, me senté en el sofá del salón a esperar y me quedé dormido. Al estar en ese estado no me di cuenta de que mi Luz había llegado. Sólo me di cuenta cuando sentí que me daba un beso en la frente. Abrí un poco los ojos y le vi con su siempre brillante sonrisa en el rostro.
- Hola dormilón. Te he traído algo.
De su espalda sacó un precioso ramo de rosas rojas. Al verlo me puse a llorar.
-Kuroko, ¿qué sucede?
- No soy capaz de hacer nada bien.
- No te entiendo.
Le cogí de la mano y le llevé hasta mi desastrosa sorpresa.
- No puedo ni prepararte una cena romántica. Soy...
No pude continuar porque Kagami-kun me besó.
- Lo que cuenta es la intención mi Sombra.
Cenamos lo que había preparado y después vimos una película. Todo era perfecto.
CONTINUARÁ...
ESCRITO POR: NEKO-CHAN
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