Como os prometí aquí os traigo el primer capítulo de Swimming Dance. Disfrutarla :3
SWIMMING DANCE (I)
Me desperté cuando los rayos del sol me dieron en los ojos. Me incorporé un poco y pude verle. Aún estaba dormido. Acaricie sus azulados cabellos con ternura. Me levanté, cogí algo de ropa, me vestí y fui a preparar el desayuno. Algo ligero y sencillo que si no Rei-chan se me quejaba. Le dejé el desayuno en la mesa y fui al baño a terminar de prepararme. Me miré en el espejo y me peiné. Tenía mi pelo rubio totalmente revuelto. Lo peiné un poco y salí del baño.
- Buenos días Nagisa-Kun
- Buenos días Rei-chan. Me tengo que ir ya. Nos vemos por la noche.
- Da recuerdos a Makoto-kun.
Le di un beso en los labios y me fui a trabajar. Ya han pasado varios años desde que habíamos acabado la secundaria y la universidad. Entre Mako-chan, Haru-chan, Rin-chan y yo habíamos creado en la Academia Free, una academia de natación para que los jóvenes pudiesen disfrutar del agua tanto como lo hacíamos nosotros.
Rin-chan y Haru-chan se fueron Australia, donde fundaron otra Academia Free, mientras que Mako-chan y yo nos quedamos gestionando e impartiendo clases aquí.
Entré y fui al vestuario de profesores. En la sala había cuatro taquillas enormes cada una de un color (verde, azul, rojo y amarillo) y una mesa redonda con cuatro sillas y muchos archivadores llenos de fichas de alumnos. Teníamos muchas fotos colgadas, la mayoría nuestras, de las competiciones; nuestro primer trofeo se encontraba en un sitio para que siempre lo viesemos y nos acordasemos de los buenos momentos juntos.
Me dirigí a la taquilla amarilla y la abrí. Me cambié la ropa de calle y me quedé con el bañador y me puse una camiseta de tirantes. Me quedé mirando a la imagen que tenía pegada en la puerta. Salíamos Rei-chan y yo vestidos de traje y muy sonrientes. Suspiré al recordar ese día. Todo fue perfecto. Cogí mi toalla, cerré mi taquilla y me dirigí a la piscina. Allí me encontré con Mako-chan. El ya estaba metido en el agua. Antes de que empezaran las clases nos gustaba sentir el agua.
- ¡Ya estoy aquí!
-Nagisa, ya has vuelto. ¿Qué tal todo?
- Ha sido increíble y muy romántico.
Lo más probable es que tú, que estás tan entusiasmado con mi historia, te hayas perdido hace rato. Verás, hace dos semanas Rei-chan y yo nos fuimos de viaje. Un viaje súper romántico, tan... Me pongo rojo sólo de pensarlo.
-Rei-chan y yo somos muy felices.
- Me alegro por vosotros.
Mako-chan puso un semblante muy triste. Había vuelto a meter la pata. Otra vez. Se había obcecado en que jamás sería feliz porque Haru-chan se había ido con Rin-chan haciéndole mucho daño.
-Mako-chan... Tienes que intentar olvidar a Haru-chan.
- Pero yo le quiero... Imagínate en mi situación, ¿qué harías?
-¿Yo? Iría detrás de él porque nadie podrá sustituirle en mi corazón.
- Tal vez debería ir a Australia a buscarle.
-¡Nagisa-san! ¡Makoto-san!
Los niños acaban de llegar. Cada uno tenía cuatro niños a su cargo para dar clase. Eres increíble poder mostrar a los pequeños lo maravilloso que era el agua.
Las dos horas que duraba la clase se me pasaron volando. Despedimos a los niños y nos pusimos a recogerlo todo. Fuimos a la sala para cambiarnos y poder irnos a casa cuando el teléfono que teníamos ahí empezó a sonar. Lo cogí y una voz femenina me pregunto si aceptaba una conferencia. La acepté.
-¿Nagisa? ¿Makoto?
Era la voz de Haru-chan. A Mako-chan le brillaron los ojos y agachó la cabeza.
- Sí Haru-chan, estamos los dos. Espera que pongo el manos libres.
- ¿Me oís?
- Si. ¿Qué querías?- Dijo Mako-chan muy cortante.
-Haru-chan, ¿ qué tal todo?
- No muy bien.
Mako-chan y yo nos miramos. No nos gustó ni un pelo cómo sonó eso.
-¿ Qué sucede Haru?
-Rin me ha engañado. Le he pillado con su amante en la cama. Me vuelvo a casa. ¿Podríais venir a recogerme mañana aeropuerto?
-Claro.
- Gracias chicos. Os veo mañana.
Colgó el teléfono. Mi cara era un auténtico poema pero la de Mako-chan reflejaba felicidad. Terminamos de cerrar la Academia. Quedamos para que viniera a mi casa para ir a buscar a Haru-chan al aeropuerto y nos fuimos cada uno a su casa.
Cuando llegué a casa, Rei-chan ya estaba allí. Me acerqué a él y le abracé por la espalda. Me acarició las manos y entrelazó sus dedos con los míos. Aunque había crecido bastante desde que estabamos juntos, seguía siendo más bajo que Rei-chan. Los Anillos que ambos llevamos en el dedo anular de la mano izquierda brillaban con luz propia. Se giró para poder abrazarme.
-¿ Qué tal el trabajo Nagisa-kun?
- Genial, ¿ y el tuyo?
- Bastante agotador.
Rei-chan trabajaba como profesor de matemáticas y física de preparatoria, pero no conseguía que ninguno (o casi ninguno) de sus alumnos le siguieron explicación.
- Puedes darte un baño mientras hago la cena.
-Vale.
Me dirigí al baño. Vi que ya estaba todo preparado. Me desnudé y me metí en la bañera. Me estiré y me quedé mirando el anillo y recordé todo lo que significaba. Cuando conocí a Rei-chan nunca creí que pudiera llegar a esto. Llevamos un mes casados (por eso el viaje de dos semanas). Jamás creí que pudiera ser tan feliz. Un sueño hecho realidad.
CONTINUARÁ...
ESCRITO POR: NEKO-CHAN
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