Amigos, Física y Celos (XVIII)

Aquí os dejo el capitulo 18 de este historia. Disfrutarla :3

AMIGOS, FÍSICA Y CELOS (XVIII)

Taller de Spanner.

Los días se me hacían largo y más desde mi "ruptura" con Spanner. No habíamos roto de verdad sólo a los ojos de Byakuran. Sí, ese había sido mi plan. Y de momento iba de maravilla.

Me encontraba con Spanner en su taller terminando de arreglar algún qué otro robot que no funciona bien. Llevamos dos días trabajando sin descanso y el agotamiento me estaba matando.

-Shoichi deberías ir a casa a descansar.

-No... Quiero estar un poco más contigo.

- Vale, pero no te duermas.

Seguimos trabajando durante media hora más. No podía con mi cuerpo. Tenía hambre, sueño y necesita una buena ducha caliente. Spanner debió notarlo y me dijo que ya habíamos terminado con todos los robots.

- Vayamos arriba y así nos relajamos un rato.

-Vale...

Cogimos el ascensor y allí empezó la marcha. Spanner me abrazó por la espalda y me besó en el cuello.

-Spanner... Para...

- Esto es una forma de relajarse.

Le dejé seguir y me arrepiento de hacerlo. Lo hicimos en el salón a la vista de cualquiera que miras por la ventana. Y alguien nos vio.

-Byakuran...

Aún recuerdo su rostro. Roto de dolor y de rabia. Mi plan genial se fue al traste. Salió corriendo y yo no pude más. El mundo se me vino encima. Spanner no pudo ni seguir. Salió de mi, se puso bien su ropa y me dio la mía.

-Lo siento Shoichi. Ha sido mi culpa.

- También es mi culpa. No debí dejarte hacerme esto.

Necesitaba un plan de urgencia. Cualquier cosa mientras inpidiese lo inminente: Byakuran dominando el mundo.

- Creo que tengo ni idea.

- Cuéntame Shoichi.

- Podría decirle que tú en un ataque de celos porque he elegido a Byakuran en vez de ti decidiste tomarme a lo bruto para mostrar tú desagrado.

- Inténtalo.

- Espero que funcione.

Tal vez funcionará, sería lo más probable. Salí de casa de Spanner y nada más salir encontré a Byakuran. No creía que me lo encontrará todavía allí.

-Shou-chan...

Tenía la voz rota y se notaba la pena de su corazón. Rompí a llorar como un niño pequeño. Sorprendentemente, me abrazó y me besó en la cabeza.

- Vamos a mi casa y me cuentas que ha pasado.

Asentí. Me pasó un brazo por la espalda para tenerme lo más cerca posible y evitar que cayera al suelo y nos dirigimos a su casa.

CONTINUARÁ...

ESCRITO POR: NEKO-CHAN